El condimento es la base de mantener la superficie antiadherente de una bandeja de hierro fundido y evitar el óxido. Este proceso implica aplicar una capa delgada de aceite (aceite vegetal, aceite de linaza o acortamiento derretido) a toda la superficie de la lámina, incluidos los bordes y cualquier manijas. Después de aplicar el aceite, coloque la bandeja para hornear en un horno precalentado a una temperatura alta, típicamente entre 375-400 ° F (190-200 ° C), durante alrededor de una hora. El calor permite que el aceite se une con el hierro fundido a través de un proceso químico llamado polimerización, que forma un recubrimiento protector duradero en la superficie. Esta capa antiadherente no solo facilita la liberación de alimentos fácil, sino que también evita que el óxido se desarrolle. Con el tiempo, a medida que se usa la bandeja para hornear, la capa de condimento se acumulará naturalmente, mejorando sus propiedades antiadherentes. Sazonando regularmente la hoja después de cada limpieza profunda o tan pronto como muestre que los signos de desgaste lo mantendrán en condiciones óptimas.
La limpieza de hierro fundido requiere un cuidado específico para evitar dañar la capa de condimento. Después de cada uso, es mejor limpiar la bandeja para hornear mientras aún está caliente, pero no caliente, para facilitar la limpieza. Evite el uso de jabón, ya que puede quitar el condimento cuidadosamente acumulado. En su lugar, frote la superficie con un cepillo rígido, una esponja no abrasiva o un raspador de plástico para eliminar las partículas de alimentos. Para los terceros residuos atascados, una pasta hecha de sal gruesa y un poco de agua puede actuar como un abrasivo efectivo para fregar suavemente la acumulación sin dañar el condimento. Después de fregar, enjuague la hoja con agua caliente, luego límpiela con un paño limpio o toallas de papel. Este método de limpieza rápida asegura que el condimento permanezca intacto al tiempo que elimina cualquier partícula de alimentos que pueda causar contaminación o malos olores.
Uno de los consejos de mantenimiento más críticos para el hierro fundido es evitar remojarlo en agua durante largos períodos. La exposición prolongada a la humedad puede hacer que el hierro se oxide. Incluso si los residuos de alimentos se cubren, nunca deje la sábana sumergida en agua. En cambio, frote la superficie suavemente mientras aún está caliente. Si necesita eliminar los residuos obstinados, agregue una pequeña cantidad de agua para ayudar a aflojarlos, pero asegúrese de secar la bandeja para hornear a fondo después. Mantener el hierro fundido seco es vital para mantener su longevidad y la integridad de su condimento.
Una vez que se ha limpiado la bandeja para hornear, el secado completo es esencial para evitar la formación de óxido. Inmediatamente después de la limpieza, use una toalla limpia y seca para absorber la mayor cantidad de humedad posible. Si es necesario, coloque la hoja a fuego lento en una estufa para evaporar completamente cualquier agua restante. Dejar la humedad en la superficie puede causar manchas de óxido o áreas corroídas, lo que puede dañar la bandeja para hornear y comprometer su rendimiento. Además, seca a fondo el hierro fundido antes de volver a condimentarlo o almacenarlo es fundamental para mantener su durabilidad a largo plazo.
Si nota que la superficie del bandeja para hornear de hierro fundido ha perdido sus cualidades antiadherentes, parece aburrida o ha desarrollado parches de óxido, se requiere una reapulitación. Después de un proceso de limpieza y secado exhaustivos, aplique una capa delgada de aceite a toda la superficie, asegurando que se distribuya uniformemente. Luego, hornee la hoja en un horno precalentado durante una hora, permitiendo que el aceite polimerice y forme una nueva capa de condimento. Este proceso no solo restaura la superficie antiadherente, sino que también refuerza la protección contra el óxido y otras formas de desgaste. Para hojas muy utilizadas, puede ser necesario una reasonación regular para mantener un rendimiento óptimo.3